Salmo 119: 9-16
¿A cuántos nos gusta limpiar? Limpiamos la cama, el cuarto, la casa, el televisor (por lo menos una vez al año), limpiamos la ropa, los zapatos, en fin hay muchas cosas que se pueden limpiar y si no las limpiamos la suciedad se hace peor. Por lo menos la suciedad en la ropa puede volverse una macha.
Ahora la palabra de Dios no nos está hablando de objetos o cosas por limpiar, sino, más bien, nos está hablando de algo muy importante y eso es nuestro camino, advirtiéndonos que el camino que nos hemos trazado puede estar sucio, lleno de vicios o de fornicaciones, apartados totalmente de Dios.
Podemos elegir cualquier profesión o cualquier trabajo y en el camino podemos encontrarnos con amistades corrompidas que van a querer influir en nosotros de una forma negativa, y llevarnos a un estilo de vida sin Dios.
Incluso hoy como estudiantes puede ser que nuestro camino se encuentre lleno de cosas que a Dios no le agradan, como la música mundana o la delincuencia o noviazgos prematuros que no son saludables llenos de celos y golpes o desobediencia a los padres. Los noviazgos no autorizados pueden ser causantes de problemas en la casa con los padres o incluso en la escuela.
En tu camino puedes encontrarte con la frustración, el desanimo o la decepción, lo cual puede afectarte en tus estudios y en la concentración, además de todo esto la falta de amor a los padre y hermanos, en fin en el camino hay muchas sorpresas que llegan a tu vida y sin embargo tienes que estar preparado para afrontarlas.
Para limpiar tu camino entonces lo que tienes que hacer es primero limpiar tu vida de una contaminación que todos hemos padecido y es el pecado, eso es lo principal limpiar tu alma ofreciéndola a Dios.
- El pecado significa «errar al blanco» lo relacionamos con suciedad, contaminación, etc. Salmo 51:1, en pecado fuimos concebidos. Romano 6:23, la paga del pecado es muerte.
- La suciedad del pecado esta en nuestra alma y ahí nada ni nadie común puede llegar para limpiar. Apocalipsis 3:20, Jesús quiere entrar a tu corazón. Hechos 22:16, los pecados se lavan invocando el nombre de Jesús. Isaías 6:7, Dios perdono el pecado de Isaías. Juan 1:29, Jesús es el cordero que quita el pecado del mundo.
- La biblia dice que Cristo nos limpia de todo pecado. Apocalipsis 1:5, Jesucristo nos lavo de nuestros pecados. 1 Juan 1:7, Jesús nos limpia de todo pecado.
Habiendo comprendido y hecho la confesión de fe ahora tú puedes limpiar tu camino guardando la palabra de Dios.
¿Cómo se guarda la palabra de Dios?
- Buscando a Dios con todo el corazón.
- Memorizando la palabra de Dios para saber cómo evitar el pecado.
- Aprendiendo sus estatutos.
- Contando a los amigos, familiares y vecinos de tu conversión.
- Gozarse en Dios sin poner la mirada en las riquezas del mundo.
- Meditando en los mandamientos de Dios y considerando su camino de santidad.
- Teniendo en presente continúo de la palabra de Dios.
Conociendo la palabra de Dios veras que en el camino que elijas siempre que vas a tomar una decisión lo harás amparándote en la palabra de Dios.
Cual sea el camino que tomes en tu vida, la palabra de Dios te regirá y cuando el pecado toque a tu puerta simplemente lo rechazaras y veras días de bendición porque Dios va limpiando tu camino.