Texto: Hechos 8:14-25
14 Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan; 15 los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo; 16 porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús. 17 Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo. 18 Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero, 19 diciendo: Dadme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo impusiere las manos reciba el Espíritu Santo. 20 Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero. 21 No tienes tú parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios. 22 Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizá te sea perdonado el pensamiento de tu corazón; 23 porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás. 24 Respondiendo entonces Simón, dijo: Rogad vosotros por mí al Señor, para que nada de esto que habéis dicho venga sobre mí.
25 Y ellos, habiendo testificado y hablado la palabra de Dios, se volvieron a Jerusalén, y en muchas poblaciones de los samaritanos anunciaron el evangelio.
Introducción: Todo discípulo de Cristo tiene un segundo paso importante que dar en el evangelio, el primer paso a sido recibir a Jesús en su corazón como Señor y Salvador. Ahora, hay un don maravilloso y exclusivo para la iglesia, este es el segundo paso que todo discípulo tiene que dar, buscar y recibir el bautismo en el Espíritu Santo por la fe.
Contexto: Los samaritanos habían recibido con gozo la palabra de Dios, la biblia dice que el ministerio de Felipe estaba adquiriendo gran popularidad y era motivo de gozo para los samaritanos, pues las escrituras nos dicen que señales y maravillas eran realizadas por el poder de Dios.
Pero no habían recibido el bautismo en el Espíritu Santo, solo se habían bautizado en agua. Por tal razón los apóstoles viajaron de Jerusalén a Samaria para enseñar y ministrar el don del Espíritu Santo para que los nuevos discípulos participasen de ese grandiosos don con la señal inicial de hablar en lenguas. Ese será el común denominador en todas las ciudades y naciones donde era anunciado el evangelio y plantada la iglesia de nuestro Señor Jesucristo.
¿Cuál es la forma correcta de buscar y recibir el Espíritu Santo?
1. Formas en las que se puede recibir el bautismo en el Espíritu Santo. (v14-17)
- Solo es para la gente obediente que ha creído en Cristo y que arrepentida de sus pecados a nacido de nuevo porque a recibido a Jesús como Señor y Salvador.
- Se puede recibir por la imposición de manos de los apóstoles.
- Se puede recibir por la predicación de la palabra. Hechos 10:44-46
- Se puede recibir por escuchar con fe.
- Se puede recibir por la oración y por la adoración.
- Puede estar sentado.
- Puede estar de pie.
- Puede estar arrodillado.
La posición no importa, lo que importa es que el corazón del discípulo sea recto y su fe permanezca en Cristo Jesús para recibir el don del Espíritu Santo.
2. Formas en las que NO se recibe el Espíritu Santo. (v18-21)
- Simón era un mago.
- pensó ver una oportunidad de negocio con el don de Dios.
- Simón fue duramente exhortado por el apóstol Pedro.
- Tu dinero perezca contigo. “muérete con tu dinero”
- No tenía parte en el evangelio.
- Simon se bautizo en agua, pero por su maldad No pudo recibir el bautismo en el Espíritu Santo.
- Simón no tenía un corazón recto delante de Dios.
El bautismo en el Espíritu Santo no se puede comprar, no es negociable, no se obtiene por obras, ni por repeticiones de frases en otro idioma, tampoco por asistir a retiros o encuentros espirituales.
3. Arrepiéntete de tu maldad. (v22-25)
- Desarrolla un corazón recto.
- Cambia tu forma de pensar.
- Quita de ti la hiel de amargura. Esta palabra aparece con frecuencia en la biblia simbolizar amargura desagradable y tristeza en la vida
- Lucha por salir de tu prisión de pecado.
Conclusión: El don del Espíritu Santo es necesario para la iglesia porque Jesús dijo: “El Padre os enviara otro consolador” “El os guiara a toda la verdad”. Juan 14:16. 16:7,13. Así fue como los creyentes samaritanos dieron el segundo paso.