Mateo 3:11
11 Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.
Conclusión:
Juan el bautista bautizaba en el río Jordán cuando dio esta gran declaración, por su puesto todos los presentes no entendieron a qué se refería porque era una promesa profética que aún no había llegado a su cumplimiento, pero esta con la venida de Cristo esta promesa estaba a punto de tener su cumplimiento.
Después todos los que comprendían esta profecía, harían todo lo posible por alcanzarla, esta promesa de Dios es para todas las personas que experimentaran el verdadero arrepentimiento, pues el siguiente paso para gozar de un evangelio pleno es recibir la llenura del Espíritu Santo.
El bautismo en el Espíritu Santo traería poder a la iglesia para testificar y para hacer toda clase de milagros, también poder para enfrentar todo tipo de prueba y de persecución, de modo que todo creyente debe de ser consciente de que necesita el bautismo en el Espíritu Santo para triunfar en el camino.
¿Qué pasos podemos dar para recibir el Espíritu?
- Arrepiéntase y Aléjese de toda práctica pecaminosa. Hebreos 12:1
- Ocupe su mente en Cristo.
- Viva en santidad.
- Abandone la prepotencia y el orgullo.
- Con humildad ore lo más que pueda (más de una hora). Efesios 6:8; Lucas 21:36
- Ore para adorar al Señor.
- Interceda por todos los ministerios y los ministros.
- Entregue su vida en oración.
- Someta la carne y ayune una o dos veces por semana. Lucas 2:37
- Ayune hasta la tarde.
- Ore para pedir el Espíritu.
- Humíllese y acepte la voluntad de Dios.
- Congréguese como miembro activo de una iglesia. Salmo 133:1
- Asista al discipulado.
- Bautícese en agua.
- Diezme y ofrende.
- Esto es agradable delante del Señor.
Conclusión:
Estos pasos son sencillos y serán de mucha utilidad para todo aquel que quiera recibir el bautismo en el Espíritu Santo, al poner estos pasos en práctica tienen que hacerse con fe y con el compromiso de atender la voluntad de Dios en todo tiempo.